La primera vez que se utilizó la palabra “empatía” fue a través del psicólogo Edward Titchener, en 1909. El término proviene de la locución alemana “einfühlung”, cuyo significado es “sentir en”.
Después han sido diversos los estudios y teorías que tratan de explicar la naturaleza de la empatía. Pero lo cierto es que mientras algunas personas pueden sintonizarse bien con las emociones de quienes les rodean, a otros pareciera serle indiferente e, incluso, incomprensible observar el dolor en otra persona.
Para entender mejor todo lo que conlleva la empatía es preciso conocer ¿Cómo se genera la empatía? ¿Cuántos tipos de empatía hay y cuál es la importancia de ser empáticos?
¿Qué significa empatía?
Básicamente, podemos entender la empatía como la capacidad que poseemos de comprender y sentir los sentimientos o pensamientos de otra persona.
Aunque siempre se debe tener claro que esto no significa, necesariamente, compartir el mismo sentimiento o pasar por iguales circunstancias. Se trata de intentar comprender a las demás personas, entendiendo su perspectiva, aunque no sea igual a la tuya.
Existen diversas teorías sobre su naturaleza:
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Las teorías neurocientíficas afirman que en la empatía inciden importantes regiones del cerebro. Y que la activación de ciertas neuronas “espejo” son las que causan la capacidad de una persona de reflejar las emociones de otras, de igual forma que si estuvieran en una condición similar.
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Las teorías emocionales explican que la simpatía es la que permite que podamos experimentar sentimientos ante lo que le acontece a otra persona.
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Las teorías psicosociales indican que la empatía se genera como una herramienta adaptativa del individuo, facilitando la supervivencia de la especie humana.
Sin importar el origen de la empatía, lo cierto es que ayuda a que nos adaptemos a la sociedad, a llevarnos mejor con quienes nos rodean y a experimentar sentimientos que, de otra forma, no fuera posible tenerlos.
Y dependiendo del nivel o grado en el que se sienten las emociones que los demás están teniendo, también se puede hablar de grados o tipos de empatía.
¿Cuántos tipos de empatía hay?
De acuerdo a la clasificación que realizan los psicólogos Goleman y Ekaman, la empatía puede dividirse en tres tipos: la cognitiva, la emocional y la compasiva.
Empatía cognitiva
La empatía cognitiva implica la comprensión que se tiene sobre el estado mental o sobre lo que piensa la otra persona. Está muy asociada con la teoría de la mente, estado en el que “se piensa lo que piensan otras personas”.
Al tratar de definirla, resulta la capacidad de entender qué piensa una persona y comprender su sentimiento.
Es un tipo de empatía que te ayuda a realizar una comunicación efectiva, porque entender cómo piensa otra persona te facilitará amoldar el mensaje para que pueda captarlo de la mejor manera.
Empatía emocional
Cuando hablamos de empatía emocional es porque existe la capacidad de comprender las propias emociones de otro individuo. También es llamada empatía afectiva, porque compartes el sentimiento de la otra persona, sientes el dolor o la alegría ajena a ti.
Una persona empática emocional puede sentir preocupación o angustia personal por desear el bienestar de otra persona. Es un tipo de empatía que, normalmente, facilita la construcción de fuertes conexiones emocionales con quienes nos rodean.
Empatía compasiva
La empatía compasiva, también llamada preocupación empática, sobrepasa la capacidad de comprender, compartir o sentir las emociones de las demás personas. Es el tipo de empatía que te lleva a actuar ante los sentimientos o situaciones que vive otro ser humano.
Es la empatía, o grado de empatía, que te empuja a ayudar, en lo posible, a los demás.
Cómo interactúan la empatía cognitiva, emocional y compasiva
Generalmente, los tres tipos de empatía actúan juntas. Por ejemplo, al recibir la noticia de que una amistad tiene un problema, lo primero que se activa es la empatía cognitiva, pensar e imaginar lo que siente la otra persona.
Después se pasa a la empatía emocional, en la que te conectas con una situación similar que hayas vivido o alguna tristeza parecida que hayas padecido, logrando comprender mejor a tu amistad.
Al final llega la empatía compasiva. Sentirás un impulso de ayudar a tu amistad, de buscar la solución de su problema o de hacerle más llevadera su situación por medio de un favor, una invitación, etc.
¿Por qué debes trabajar la empatía en tu vida? ¿Qué importancia tiene?
Trabajar y desarrollar la capacidad de ser empáticos resulta de gran importancia en, prácticamente, todas las facetas de nuestra vida diaria.
Es lo que nos ayudará a relacionarnos con nuestros amigos, con los compañeros del trabajo, con los seres queridos y con cualquier persona extraña, porque nos facilita entenderlos y compartir sus vivencias.
Definitivamente, trabajar la empatía en nuestra vida nos ayuda a crear relaciones sanas, en las que reine la comprensión. Y esto es esencial tanto a nivel de amistad como en las relaciones de pareja. Si una de las personas carece de empatía, la relación se tornará mezquina y las demás personas sufrirán.
El desarrollo de nuestra empatía en el trabajo también es importante. Un lugar de trabajo es un sitio en el que debe primar el esfuerzo en equipo y un ambiente agradable de compañerismo, así que la empatía te ayuda a relacionarte con los demás, entenderlos y llevarte bien con todos.
Esto deben aplicarlo tanto los líderes de la empresa como todos los empleados.
Como vemos, la empatía no se trata de una respuesta única y universal en todos los seres humanos. Se puede ser más o menos empático, pero lo importante es que podemos trabajar para desarrollar nuestra capacidad de entender a los demás.
Es una herramienta que nos ayuda a socializar, a convivir de la mejor forma en la sociedad. Además, puede ser el instrumento que te sirva para entender el sufrimiento de una persona y puedas aliviar su dolor… es una capacidad que puede mejorar al mundo.
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