El cuidado de la salud debe darse a nivel físico y mental. Y todo hábito o ejercicio que practiquemos para nuestro bienestar debe estar enfocado en esas dos direcciones.
Una de las disciplinas más completas para lograr una salud integral es el yoga. Una práctica milenaria que nos entrega diversas herramientas para fortalecer el organismo y equilibrar la mente.
Pero ¿cuándo y de qué manera se notan los beneficios del yoga? Desde el primer día que inicias esta disciplina. Aunque debes tomar en cuenta el tiempo que le dediques, el tipo de yoga que practiques y qué tan acostumbrada está tu mente y tu cuerpo a meditar, a relajarse, a realizar ciertas posturas y a respirar conscientemente.
Qué es el yoga
El yoga es una disciplina antigua que forma parte de una tradición cultural, espiritual y física de oriente, pero que se ha expandido a nivel mundial por sus grandes beneficios.
Puede definirse como un conjunto de técnicas físicas, mentales y espirituales para lograr el equilibrio. Por algo la palabra yoga significa “conectar, unir”.
Consiste en combinar ciertas posturas corporales (asanas), con la respiración (pranayama) y la meditación. Y más que un ejercicio, debemos ver al yoga como un estilo de vida que nos fortalece y sana en todos los niveles.
Tipos de yoga
Según la técnica y las posturas empleadas, el yoga puede clasificarse en muchos tipos. Además, puede adaptarse a la necesidad o condición física de la persona que desea practicarlo. Por ejemplo:
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Yoga bikram. Es una disciplina muy exigente físicamente, se práctica en un ambiente a 40°C.
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Yoga kundalini. Se enfoca en despertar los centros de energía que tenemos en el cuerpo, pero solo debe practicarse con un guía.
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Yoga iyengar. Ideal para las rehabilitaciones físicas. Consiste en realizar lentamente algunas posturas físicas, siempre en combinación de la respiración consciente y la meditación.
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Ashtanga yoga. Ayuda a fortalecer el tronco y a activar la circulación de la sangre, gracias a la secuencia de sus posturas y al esfuerzo que se requiere para mantenerlas.
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Yoga vinyasa. Es especial para el fortalecimiento de los músculos y tiene cierta similitud con el ashtanga yoga.
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Hatha yoga. Es muy antiguo y, por sus características, es uno de los que más adoptan las personas en occidente. Es el más indicado para iniciar en la práctica del yoga. Se enfoca más en las posturas y en la respiración.
Son múltiples los beneficios del yoga para el cuerpo. A pesar de ser un tema muy amplio, practicar yoga resulta bastante sencillo. Y para iniciar debemos aprender a respirar conscientemente.
La respiración consciente en el yoga
La forma en que practicamos la respiración repercute en nuestra salud. Por esto, el yoga nos enseña a respirar de una forma consciente, para lograr calmar la mente y aquietar el cuerpo.
Es consciente, porque para conseguir el estado de equilibrio comenzamos tomando conciencia de nuestra propia respiración, atendiendo a su ritmo y aprendiendo a inhalar y exhalar mediante ejercicios.
Al ejercitar nuestra respiración, los beneficios de practicar yoga se notan inmediatamente en:
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La ralentización del ritmo cardíaco.
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El aumento del nivel de oxigenación.
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La relajación de los músculos del cuerpo.
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El incremento de la magnitud de la energía corporal.
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La iniciación de la mente hacia el viaje de la meditación.
El yoga y la meditación
La respiración consciente te lleva al estado perfecto de concentración profunda para la meditación. Y la meditación, junto con la respiración y las posturas, constituyen la base del yoga. Al meditar te conectas contigo mismo, con tu “yo” interno.
Desde el primer día que inicies la práctica puedes observar los siguientes beneficios del yoga en la mente y espíritu:
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Bienestar.
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Alegría.
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Tranquilidad.
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Paz.
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Satisfacción.
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Intuición.
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Destreza para tomar decisiones.
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Control emocional.
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Agilización de capacidades cognitivas.
Las continuas sesiones de yoga nos generan una sensación de gran plenitud. Sensación que incide directamente en nuestro organismo y que produce enormes efectos positivos en todo nuestro cuerpo.
Beneficios físicos del yoga
Al igual que los tradicionales ejercicios físicos, practicar las posturas del yoga influye de manera positiva en nuestro organismo. Así lo refleja una investigación de la Escuela de Medicina de Harvard, donde determinaron que el yoga logra bajar los niveles de colesterol tanto como los ejercicios aeróbicos.
Al practicar cada postura obtenemos los beneficios del yoga de forma gradual. Por ejemplo:
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Mejora las funciones metabólicas debido al aumento de la oxigenación.
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Optimiza el funcionamiento de los órganos internos, porque la sangre fluye mejor.
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Contribuye a la lubricación de las articulaciones de los huesos.
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Actúa de forma directa en la quema de calorías, lo que a su vez genera una mejor regularización del sistema endocrino y la segregación hormonal.
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Actúa en los procesos internos (metabólico y endocrino). Siendo uno de los beneficios del yoga para adelgazar.
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Fortalece el tono muscular, aumentando el equilibrio, la flexibilidad y la vitalidad corporal.
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Ayuda a liberar las toxinas.
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Reduce las inflamaciones internas, por lo que suprime los dolores crónicos.
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Mejora el sistema inmunológico.
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Interviene en la disminución de los índices de estrés, ya que invita a la pausa de la mente.
Por otra parte, los beneficios del yoga en el embarazo también son importantes. Practicar yoga permite a las mujeres embarazadas tener un mayor control sobre las molestias del parto. También incrementa la flexibilidad en los músculos de la pelvis, lo cual podría reducir las posibilidades de un proceso de cesárea.
La influencia favorable del yoga se extiende a todas las edades. Es así como abuelos, padres y especialmente los niños, pueden practicar yoga con regularidad.
Beneficios del yoga para niños
El yoga en los niños también ayuda al bienestar integral, a mantener activo y sano el cuerpo, las emociones y el espíritu. Los beneficios de hacer yoga a una edad temprana del yoga son:
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Estimulación de las destrezas creativas y de imaginación.
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Disminución de los accesos de ansiedad, frustración y depresión.
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Aumento en la confianza, seguridad y autoestima.
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Iniciación en los procesos de autoconocimiento e introspección.
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Mejora en el lenguaje corporal.
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Fortalecimiento de su crecimiento físico.
La práctica frecuente del yoga representa un valor indispensable para el control de nuestro ritmo de vida. El yoga nos enseña la respiración consciente, a adentrarnos en nuestros propios ritmos y a conectar nuestro cuerpo y mente.
Los beneficios del yoga y la filosofía que se desprende de esta disciplina producen cambios positivos y muy significativos en nuestro cuerpo y alma. Y para esto, no existe límite de edad.
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