Cuando pensamos en comprarnos un modelo de coche en concreto, por ejemplo un familiar, de pronto salimos a la calle y vemos que circulan más coches familiares que nunca… ¿Cómo es eso posible? ¿Acaso se han puesto de moda? Luego te das cuenta que aparecen de todas las marcas posibles, y muchos de ellos con 10 o 15 años de antigüedad, entonces ¿por qué no los habíamos visto antes?
Si te quedas embarazada, te pasas el día viendo mujeres embarazadas, cuando antes ni te habías dado cuenta. Las ves en el parque, en el médico, comprando en una tienda, paseando por la calle. ¿Será que este año tendremos un nuevo Baby-Boom?
La cuestión es que vamos por la vida recibiendo infinidad de información que no podemos procesar, pero no por ello podemos decir que no esté ahí.
Existen multitud de oportunidades que el Universo nos envía en forma de señales, el problema es que nos solemos encontrar concentrados en otros asuntos y dichas señales pasan desapercibidas.
Manteniéndonos atentos a las señales habremos dado un gran paso en nuestro camino hacia la felicidad que buscamos. El Universo nos mostrará el modo más rápido y más cómodo para conseguir llegar a cumplir nuestras metas. Es entonces cuando comenzamos a dudar de la existencia de las “casualidades” o las “coincidencias” y empezamos a creer en la sincronías o sincrodestino, sintiéndonos arropados por una entidad superior que gobierna todo en nuestro beneficio.
Pero todavía nos falta un paso más y definitivo para que el sincrodestino tenga un valor real para nosotros: actuar!
Actuando en consecuencia a cada señal lanzada por el Universo, las situaciones deseadas en nuestra vida se mostrarán con más rapidez, ya que estaremos interpretando las fuerzas que generan estas milagrosas coincidencias, aprovechando las señales en nuestro propio beneficio.
Cada señal que nos envía el Universo es portadora del mensaje que estábamos esperando para tomar las decisiones más relevantes de nuestras vidas. Reconocer las sincronías nos permitirá alcanzar nuestras metas sin apenas esfuerzo, así que estemos atentos a ellas. ¿Casualidades?, ¿Coincidencias?: SEÑALES DEL SINCRODESTINO!