Junto a la evolución de la sociedad también ha nacido un profundo interés en regímenes alimenticios para el cuidado y mantenimiento del organismo, más allá de enfocarse solo en la pérdida y control del peso.
Entre las actuales tendencias para el bienestar general y el buen funcionamiento del cuerpo se encuentra el ayuno intermitente. Un patrón de alimentación con orígenes históricos que, hoy en día, es valorado como un método de prevención, control y sanación de muchas dolencias o enfermedades.
¿En qué consiste el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente es un modelo cíclico de alimentación que intercala períodos de ayuno con otros de ingesta de alimentos, pero bajo cierta estructura programada.
Si ponemos atención, podemos darnos cuenta que nuestro cuerpo siempre practica el ayuno de una forma natural. Sí, durante la noche, en las horas de descanso nocturno nuestro cuerpo permanece varias horas sin comer y tal ayuno es roto con la primera comida que ingerimos, es decir, des-ayunamos.
El ayuno no es un régimen de dieta, consiste en programar los períodos de ingesta y los períodos que debes ayunar. A través de este método se activan ciertos mecanismos naturales en el cuerpo para obtener energía de desechos celulares, son mecanismos que de otra forma permanecen dormidos.
Es un método de alimentación que se enfoca, principalmente, en las horas en que se deben ingerir los alimentos, más no en qué alimentos se ingieren. Y según la frecuencia de ingesta, existen varios tipos de ayuno intermitente, por ejemplo:
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Ayuno intermitente de 16 horas y una ventana de alimentación durante 8 horas. Este método es conocido como el 16-8. Aunque, en mujeres el ayuno se baja a 14 horas.
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Ayuno cada 2 días. Consiste en evitar consumir alimentos el día del ayuno, o tener una ingesta hasta de 500 calorías.
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Ayuno intermitente de 24 horas, una vez por semana. El día seleccionado para el ayuno no se ingieren alimentos, pero se pueden tomar líquidos como té, agua u otras bebidas de bajas calorías.
Pero este tipo de ayuno no es un método actual, es una práctica que ha estado con nosotros desde tiempos inmemoriales.
Orígenes del ayuno intermitente
Desde la época de la prehistoria, cuando éramos cazadores, solíamos realizar largas caminatas en búsqueda de la presa. Por lo que pasábamos horas o días sin alimentarnos. Hasta que, finalmente, podíamos consumir el alimento cazado. Por lo tanto, la nutrición y el ayuno ha formado parte de nuestra propia evolución como seres humanos.
El ayuno también es parte ancestral y actual de religiones como la islámica, a través del Ramadán, o de la religión judía, a través del Yom Kipur. Estas abstenciones las realizan por motivos de purificación y otros motivos culturales.
Como ves, el ayuno no es un método nuevo. Aunque, en la actualidad se han puesto al descubierto sus innumerables beneficios.
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Beneficios del ayuno intermitente
Habrás escuchado sobre el ayuno para adelgazar, pero ese solo es uno de los tantos beneficios que puede aportarnos la adopción de esta práctica alimenticia. Veamos algunos:
Reparación de las células
Uno de los sorprendentes beneficios del ayuno intermitente es que mejora la capacidad de las células madres para regenerarse. Cuando comienza el proceso del ayuno las células no utilizan las reservas de glucosa del organismo, en su lugar descomponen los ácidos grasos. Y este cambio estimula, en gran medida, a las células madres para que sean más regenerativas.
Toda esta regeneración celular es beneficiosa para el cuerpo humano, en todos los aspectos. Pero aún más para las personas de avanzada edad, las que padecen una enfermedad y, sobre todo, para los pacientes con cáncer.
Mejora de la resistencia a la insulina
La resistencia a la insulina se mejora a través de la restricción calórica. Por lo tanto, después de cumplir con cierta programación de ayuno intermitente, se incrementa la sensibilidad a la insulina, generando la disminución de su nivel en el organismo.
Esto genera una regulación del porcentaje de azúcar en la sangre. Regulación que se mantiene tanto en la abstinencia como durante la ingesta de comida.
Mejora en la presión arterial
El ayuno intermitente reduce la hipertensión. Este método de ingesta de alimentos modifica la microbiota intestinal, o flora intestinal, el conjunto de microorganismos vivos que residen en el tracto intestinal. Y, a su vez, se incrementan los ácidos biliares, los que actúan directamente como reguladores de la tensión arterial.
Incremento en la salud mental y autocontrol
Otro beneficio del ayuno intermitente es que trae consigo un cambio de rutina. Y al practicarlo nos esforzamos por llevar el control de las horas, porque es lo que hace efectivo este método.
El acostumbrar el cuerpo a vencer las horas en las que solíamos comer, conlleva a incrementar la capacidad mental y nuestro autocontrol.
Qué dice la ciencia del ayuno intermitente y sus beneficios
Son muchos los estudios científicos que han sido publicados sobre el ayuno intermitente como método dietético, concluyendo y aceptando su enorme utilidad para la pérdida de peso, para ayudar a la solución de enfermedades y para tratamientos de tipo cosmético.
Por ejemplo, en The New England Journal of Medicine se encuentra publicado el estudio de Cabo y Mattson. Allí explican que el ayuno produce el cambio del mecanismo metabólico basado en energía por glucosa a un metabolismo en función de energía por cetonas.
El mismo estudio señala que este cambio de metabolismo produce un incremento en la resistencia ante el estrés, el aumento de la longevidad y la disminución de padecimientos de enfermedades, incluyendo a la obesidad y al cáncer.
El ayuno intermitente tiene diversas formas de practicarlo. El seleccionar uno u otro método dependerá de tus preferencias y estilo de vida. Aunque, sin importar la programación que escojas, obtendrás los mismos beneficios.
Beneficios sorprendentes que abarcan desde la pérdida de peso corporal, pasando por el alivio de enfermedades, hasta el incremento de la longevidad; para vivir mejor y con mayor autocontrol.
Y, aunque el tipo de alimentos a ingerir no es el enfoque del ayuno intermitente, los beneficios serán mayores si consumes una dieta saludable. Qué mejor forma de acompañar esta nueva rutina, si no es con comida sana y nutritiva.
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