El tiempo,
el bien más preciado de la vida,
el más valioso y bello que tenemos.
Considerado el alma del mundo,
el tiempo, se nos va escurriendo entre los dedos,
y una vez lo haya hecho, será totalmente irrecuperable.
Y es que, incluso el más rico, perderá todas sus posesiones algún día.
Ya que el tiempo no distingue entre pobres y ricos.
Porque, ni todo el oro del mundo será capaz de parar el tiempo.
Así que deja de planificar, deja de ensayar una vida futura.
Este es el único “momento de poder” que existe.
El pasado ya se ha ido, el futuro resulta incierto.
Las culturas y las modas, nacen y reaparecen,
la materia de transforma,
sólo el tiempo transcurre y jamás regresa.
El tiempo hace que nada permanezca inalterable para siempre.
Por eso Hoy, este radiante y preciso momento, es el más importante de todos.
El único que te permite cambiar las cosas.
Y es que todos disponemos de las mismas horas al día.
Aunque cada uno va marcando sus preferencias y prioridades.
Por eso, te daré cualquiera de mis posesiones sin pensarlo,
pero mi tiempo, mi tiempo, debes merecerlo.
Ya que quedarán en mi recuerdo esos momentos que pasamos juntos.
A cada segundo que transcurra, estaremos más cerca del final,
cada segundo que pase, no volverá a suceder jamás.
Así que, deja de quejarte,
deja de malgastar tu tiempo culpando a otros.
Deja de querer tener razón,
y de ahogarte en tus rutinas estresantes,
y pon más atención en las pequeñas cosas.
Lleva toda tu atención a lo que está sucediendo justo ahora.
Porque cada momento es único e irrepetible.
Con sus luces y sus sombras.
Aún así, no existe un dolor que perdure para siempre.
El tiempo es el bien más perecedero que existe,
por eso, por esa escasez, es nuestro recurso más valioso
Así que, mientras estés vivo,
no pierdas el tiempo sufriendo por vidas que no te pertenecen,
tampoco permitas que otros consuman tu precioso tiempo.
Inviértelo en darte amor.
Empléalo en ese amor que deja huellas profundas.
Porque, en realidad, el tiempo es tu única posesión verdadera,
tu divisa más preciada.
Por lo que, si ves que pasa el tiempo y no avanzas,
quizá tengas que plantearte cambiar ciertos hábitos.
Emplea tu escaso tiempo en vivir al máximo,
llenando tus minutos de risas y buenos momentos.
Aprende todo lo que puedas,
mientras caminas hacia tus sueños.
Aprende a contar tu edad por vivencias.
Este es el reto.
De ti depende lo que desees hacer con el.
Y recuerda, que el secreto mejor guardado, consiste en cambiar cada segundo vacío,
por la gran aventura de tu vida.
Autor: Juan Luis Barreiro